Ninguno de los dos mostraba corazon. Ellos eran fuertes y "valientes". No se enamoraban. Escondian muchas dudas e inseguridad. Cuando sus cuerpos chocaron, se encendio el fuego, un fuego inextingible. Pero no era mas que eso, poque ellos no querian nunca a nadie y no les importaba nada. No querian compromisos y ni alguien a quien explicarle lo que hacian, porque hacian lo que querian con quien querian cuando querian. Bajo su caparazón; sufrian, se estaban cansado de ese jueguito de la libertad, necesitaban sentirse queridos, sentir una vez en sus vidas que alguien se interesaba en ellos. Esta vez sus almas chocaron y ya nunca pudieron separarse, pero ese fuego se volvio extingible. Una vez que acabaron, se dieron cuenta que no podian dejar atras el caparazón que habian construido para no ser lastimados, para resguardarse de toda tormenta qe se avecine. Decidieron, sin darse cuenta, seguir como estaban, como siempre, separados pero unidos.