Callá un segundo. No hables, no es necesario. Sólo quiero mirarte. La belleza en tu piel. La profundidad de tus ojos. El ardor de tus labios. Sólo un segundo. Sólo mirarte. Por un segundo. Permanecé quieto, no voy a hacerte nada. Sólo observarte. Sólo un segundo. Porque en ese segundo, puedo imaginarme abrazandote, besándote. Puedo imaginar imposibles. Puedo creer que ésto no es un juego para vos. Puedo creer que me querés. Que soy alguien para vos.
Creo poder ver ese mundo que alguna vez soñaste.

No más delirios, ni máscaras. Te quiero, y cada día más y más. Siento que podemos más, que es fácil unirnos. Que ésto puede seguir.

Necesito que me abraces, que te apoyes sobre mí. No soy demostrativo, pero me encanta. No sé, te quiero ver.